22 de septiembre de 2009

Nuevos Pasos

Los derroteros en los que últimamente ha estado mi vida, me han llevado al fin ha dedicarme en cuerpo y alma a mi verdadera pasión, la fotografía; y conseguir dar clases de esta disciplina artística, ha sido mi último obstáculo superado, en esta frenética carrera del último año por posicionarme dentro de este difícil mundo laboral.
Esta siendo duro, no lo niego, pero a la vez los pequeños logros, los pequeños pasos... se convierten en la más dulce de las victorias.
El autoconvencimiento fue la primera de las etapas que tuve que superar. No es la mas fácil pero si la más inmediata.
Quizás la de convencer a los demás, es la que más cuesta. Los más cercanos, quieren lo mejo para ti. Aconsejando siempre o casi siempre que una vida asalariadamente estable es la panacea a alcanzar; indistintamente del color grisáceo que esta termine alcanzando. Según ellos eso es lo de menos.
No puedo con eso, la sangre me hierve. Y como dice el dicho la cabra siempre tira al monte. Lo curios es que el monte siempre lo he tenido delante, pero la bruma no me dejaba vero del todo. Pero el día que se disipa la bruma, ese día en que puedes ver con nitidez la majestuosidad de la montaña. Sabes perfectamente cual es el camino que te lleva a la cima, incluso a sabiendas de la dificultad del camino, del riesgo de desprendimiento y de lo escarpados que son sus riscos.
¿Habéis subido alguna vez a una montaña? ¿Alcanzasteis su cima? ¿Observasteis en silencio el paisaje? ¿Os deleitasteis en su belleza? ¿Os acordasteis del esfuerzo? ¿Disfrutasteis de la recompensa? ¿… … …?
Cuando alcance mi montaña, a mí, me gustaría bajar de ella con una gran sonrisa.