28 de diciembre de 2011

¿Ahora se están dando cuenta?

Acabo de leer el editorial que hace D.Rafael Sierra "Museos sin norte" en la revista descubrir el arte año XII nº155 Enero 2012.
Y hoy mas que nunca las enseñanzas de mi queridísimo amigo Isidoro Coloma, toman más energía que nunca. Quizás el panorama nacional se muestra algo distinto, de lo que ya estudiamos hace ya más de diez años, como consecuencia del desplome generalizado que las administraciones están sufriendo, mala gestión, opulencia exacerbada, desorganización, incomunicación intelectual, inaccesibilidad ...mejor dejarlo aquí, porque el largo etc, se hace evidente.

D. Rafael, no me aporta ninguna novedad. No me ha aportado refexiones o cuestiones de las cuales ya hubiéramos comentado ante un café, en mi época universitaria. Comenta la situación, plantea nuevamente la alarma que más de uno ya ha hecho sonar y traslada el problema al nuevo orden político salido de las últimas urnas. Pero no se moja o no puede mojarse. Alaba la actuación del MACBA.
Todos sabemos que esto ha cambiado. Que la gestión museística actual no nos lleva a ninguna parte. Que necesitamos un nuevo orden y no solo museísticamente hablando. Y que todas estas cuestiones deben empezar a partir desde la acción ciudadana, una acción que hasta ahora se había obviado, detenido, paralizado o ignorado. Todo cambia y los museos han de cambiar porque son,o deberían haber sido los salvaguardas de la cultura y las artes.

13 de diciembre de 2011

Sin titulo aparente

Sin titulo aparente.

Blanca melancolía de recuerdos, mi alma enfrias.
Persisto e insisto pero nunca, nunca suplico.
Que mal vendo mis perros mansos
que ni ladran, ni muerden, ni comen pienso.
Escucho sonidos en el viento, el coche lento, ventanilla abajo, frío, tos.
Que mal vendo mis perros lentos.


La conversion de Paula. © David Burbano 2011


10 de diciembre de 2011

Por mucha música que escuche

Por mucha música que escuche, las notas de mi canción siempre sonaran igual. Desacordes y dispares notas de una vida que aveces, se llenan de color, mientras que en otras la distancia se hace tan larga que solo de pensar en el camino, las gotas de sudor recorren mi mejilla.
Suenan las notas escritas en la pared y el sonido resuena cada vez mas débil.
Un llanto rompe el silencio.
Agudizo el oído y de rallajos encuentro escrito el suelo, las paredes, las mesas, sillas, cuadros...
Estridente sonido final, las acústica nota disonante de tu guitarra. Suena increíble cuando la haces sonar pero otras, ni siquiera el olor de tu pelo, consiguen hacerlas olvidar.

Me gustaría poder soñar.