19 de abril de 2009

Neurosis de fin de semana

Cada mañana me levanto y como tantas otras, mi mujer ya está en la cocina con el café hecho y por supuesto terminándose el suyo; prácticamente siempre la pillo acabándose su enormes, magnificas, perfectas y caliente tostadas, se podría decir que ha conseguido crear el ideal matutino. Según ella el mejor momento del día, de hecho se despierta con esa vitalidad de anuncio de “philadelphia”, pone su radio bajita para no molestar y disfruta en silencio de las primeras noticias, saboreando el café recién hecho y pensando en sus cosas, creo que a veces llega incluso a una especie de catarsis.

Yo siempre aprovechando para remolonear algo más de lo normal en la cama, pero cuando el acuciado dolor cervical, de la dichosa almohada recomendada en la tele, hace acto de presencia, me tengo que tirar. Si no, antes de darme cuenta, me clavada una espada en el encostado al grito de ¡a la carga, pirata!!! Ese es mi pequeño. Seguro que le manda mi amada esposa…. Que auque ella este disfrutando de su momento, prefiere compartirlo conmigo. Que rica, verdad?

Pues cuando entre al escusado la voy a llamar y disfrutamos juntos de mi momento “all bran”. No es broma, de todos modos ese momento lo compartimos todos en mi casa, una de las ventajas de una puerta andycraft de baño. Se podría decir que no es muy hermética que digamos sobre todo si la hace uno. Bueno pero eso es otra historia.

La cuestión es que a mí me gustaba dormir, completamente a oscura, con una manta de esas que pesaran y levantarme al olor del puchero o de la comida que ese día tocara. En cambio, ahora se me queman las tostadas, me clavan una espada y llevo casi 7 maravillosos años intentando encontrar un antifaz que no de calor y no moleste para volver a dormir a oscuras.

La cuestión es que ....Mamá…. te hecho de menos…. No podía imaginar que ese Daviiiiiiiiiiiiiiiiiid prolongado de los sábados lo recordaría con tanto agrado.

Besos.

PD: ¿Qué pasará cuando llegue Pedro?